El agregado de color en la masa aumenta las posibilidades estéticas en el uso del vidrio, sin perder ninguna de las cualidades del cristal incoloro. Los colores típicos son bronce, gris, verde y azul en diferentes tonalidades.
Son vidrios absorbentes de calor, ya que los óxidos metálicos en el interior de su masa absorben parte de la radiación solar que ingresa desde el exterior. De este modo disminuyen el ingreso de calor radiante al interior de los espacios.
Al disminuir el ingreso de radiación también disminuyen las molestias ocasionadas por la excesiva luminosidad y resplandor, sin que esto afecte de modo significativo el ingreso de luz natural.
Cabe considerar que al utilizar estos vidrios, se debe tener en cuenta la posibilidad de que se rompan por estrés térmico. Al seleccionar un vidrio de color siempre se debe tener en cuenta que a mayor espesor del cristal, mayor será la intensidad del color.
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